16 julio 2008

Will "Hancock" Smith, el superhéroe de la taquilla

Era cuestión de tiempo. Tarde o temprano un estudio decidiría apostar por una película de superhéroes original, alejandose de los cómics de la DC o el Marvel. Es una opción más comoda (no tienen que negociar derechos con nadie y los beneficios son exclusivamente para ellos) aunque también más arriesgada al no contar con una base de fans como sí tenían las Spider - Man o Superman de turno. Para no dársela Sony / Columbia decidió apostar por su gran estrella, Will Smith, que le ha dado cuatro de sus diez mayores éxitos en toda la historia, como Hancock. No es de extrañar que cualquier día le hagan una estatua en la entrada del estudio. No es para menos: 12 de sus últimas 14 películas han superado los 110 millones de dólares y ya lleva dos nominaciones como mejor actor . Pero centrémonos en Hancock.

Un superhéroe tiene muy mala imagen de cara al público debido a los daños que causa cuando resuelve crímenes y a su alcoholismo. Un consultor de relaciones públicas corporativo, tras ser salvado por el superhéroe, intentará devolverle el favor mejorando su imagen pública. Pero Hancock se interesará por su mujer. Una premisa simpática pero tampoco en exceso prometedora.
¿Qué hace que Hancock se alce como un más que digno entretenimiento que merece, debe tener una secuela en la que se explote el personaje y se resuelvan los flecos dejados por esta primera película? La primera y más sencilla es su gran reparto aunque no se puede pedir menos de Smith (un actor con un carisma desbordante), una impresionantemente bella Charlize Theron (espectacular en el tramo final de la pelicula) y un secundario que siempre funciona como Justin Bateman. Otra es el giro, que aquí no desvelaremos y que acaba dando un giro brutal a la película. Lo que era una comedia dramática funcional se acaba convirtiendo en una extraña pero convincente mezcla de acción brutal y trágica historia de amor. Esas dos mitades claramente diferenciadas pueden perjudicar tanto como beneficiar a la trama, aunque yo me quedo más cerca de la segunda consecuencia: cada una de las partes tiene su encanto con unas virtudes que superan a unos defectos menores. Entre ellos: el estilo de Peter Berg de filmar primerísimos primeros planos (algo que ya se ha visto en su serie, la estupenda Friday Night Lights) que me pone más nervioso de lo que debería, las lagunas sobre los orígenes del personaje y un muy breve metraje (supera escasamente los 90 minutos) que podría haber crecido para dar más información sobre los personajes principales.

Lo mejor: Las consecuencias narrativos y dramáticas del giro. Smith y Theron.
Lo peor: Que se quedan demasiadas cosas por contar.
La escena: El clímax en el hospital.

Nueva demostración de las habiliades como gran estrella de Will Smith, que siente como pez en el agua interpretando a, como nos han machacado tanto en la promoción, un superhéroe poco común. Buen cine comercial que no obstante hubiese merecido una mayor profundización dramática en el conflicto de la historia. Pero vamos, que me doy con un canto en los dientes... pero !quiero más!

1 comentaron:

Anónimo dijo...

Más que "Hancock" debería titularse "Hancock A y Hancock B". Normalmente un giro en el guión si es inteligente, coherente, verosímil y bien llevado permite conseguir una película más interesante. ¿
Qué ocurre en este caso? Lo contrario.

 
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