31 diciembre 2009

El gran espectáculo de Avatar

Después de haber renegado de ella numerosas veces debido al excesivo hype que ha traído estos últimos meses, ahora me pongo en la posición contraria: Avatar es una película que hay que ver.

Mucho se ha dicho sobre el aspecto visual del nuevo terremoto cinematográfico de James Cameron y todo es merecido. Apabullante, preciosista y una experiencia que, por mucho que quieras imaginarte, no puedes hacerlo hasta que no lo estas viviendo. El mundo de pandora, su fauna y, sobretodo, su vegetación combinadas con la experiencia digital 3D hacen que te maravilles a cada segundo. También, aunque de esto nadie dudaba, no puedes evitar fascinarte con lo realistas y expresivos que son los personajillos azules.

La parte negativa de Avatar es lo esquemática y previsible de su historia. Es de libro. Sigue al paso a paso "El viaje del Héroe", de Joseph Campbell (y el extendido de Propp), un patrón que se repite hasta la saciedad y está muy grabado a fuego en el imaginario cinematográfico de los espectadores. Realmente no vería esto como algo negativo (grandes sagas de aventuras como Indiana Jones, Regreso al Futuro o El Señor de los Anillos siguen ese patrón) de no ser por lo excesivamente tópico e innecesario de algunos recursos de cine comercial malo como puede ser el personaje interpretado por Stephen Lang y sus frases típicas de militar absurdo. También he echado algo menos un poco de más humor.

De todas formas, aunque acepte lo previsible que es desde el comienzo, es una pena que el esfuerzo empleado en crear ese impresionante mundo visual no haya tenido uno parejo a la hora de escribir la historia. Podrían haber tenido una gran película y se han conformado con una buena. La idea recurrente de la conexión entre seres (humanos y avatars, humanos y máquinas de guerra, animales y plantas, animales y "pandorianos", "pandorianos y plantas"...) es una de las ideas, para mí, más interesantes y que se queda a medio explorar. Pero también es cierto, y comprendo, que de esta forma es más accesible al gran público.

En definitiva, Avatar es un muy buen título de cine comercial que, a pesar de su duración, resulta altamente entretenida y cuyo visionado en 3D es obligatorio para disfrutar al máximo del visualmente impactante y emocionante que ha creado James Cameron.

2 comentaron:

Alejandro A dijo...

estoy muy de acuerdo con tu crítica, muchos la atacan por esa simpleza pero tampoco es para tanto, sí la película es predecible pero tampoco es un fiasco

OsKar108 dijo...

Yo me lo pasé excelentemente bien, y eso que la duración no es corta, y pese a que es previsible, es muy entretenida. Eso sí, a mi personalmente, ya que he aprovechado esta película para ver "las maravillas" del 3D y me da que (al menos de momento) no vuelvo a pagar 3 euros más para verla de este modo. A mi me gustó todo el diseño del planeta y su fauna (tanto vegetal como animal) pero no por verla cerca de mí, creo que la hubiese disfrutado igual en 2D. Debería ser un añadido si la quieres ver así, pero no costar 3 euros más, me parece una revolución mayor y muchísimo más apreciable, la Alta Definición, y eso no te hace que pagues un extra al ir a ver la película, como creo que debería de ser.
Pero lo importante, la película es muy muy recomendable. Intenté no saturarme con la promoción de la película, lo que seguramente sea recomendable.

¡Saludos! y Feliz 2010.

 
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