22 octubre 2010

43 ed. Sitges: Thirteen Assassins.

El samurai Shimada recibe el encargo secreto de matar al hermano del Shogun, Naritsugu, que carece de todo escrúpulo y su ascenso al poder está dejando muchas vidas en el camino. Reunirá a doce hábiles samurais para la tarea. ¿Problema? Son 13… contra todo un ejército controlado por Naritsugu.
Takashi Miike vuelve a la carga con esta historia de violencia, honor y muerte que divide en dos partes de estilo, propósito y ritmo muy diferenciados.

La primera es una larguísima presentación de la situación. Miike nos relata, poco a poco, los entresijos entre los clanes de samuráis, los problemas creados Naritsugu y cómo Shimada va reuniendo poco a poco a esos trece dignos samuráis. Los mejores.

El estilo aquí es más sobrio, clásico y elegante pero todos esos diálogos y ese ritmo tan pausado hacen que se haga algo tedioso. No ayuda tampoco el hecho de que los nombres japoneses (y los rostros) nos resultan tan ajenos que es complicado seguir a quien se refieren en todas estas conversaciones. Pero, tranquilos, tendréis vuestra recompensa por estar concentrados durante esa primera parte…

La segunda es un desquiciado, enérgico, vertiginoso y divertidísimo baño de sangre. De alguna forma, Miike es capaz de prestar gran atención a detalles como las diferentes técnicas samuráis (tema que siempre me ha gustado, tengo que confesarlo) y todos esos códigos de honor suyos a la vez que se mueve entre frenéticas secuencias de lucha. En ese sentido, los recursos en la batalla son los usuales en el género (y derivados de esa forma peculiar e incomprensible a veces que tienen los espadachines nipones de pelear) pero esa atención por el detalle, el valor de las pausas dentro de toda esa locura y una ambientación y atmósfera excelentes es lo que hacen que esta apabullante segunda parte del film prevalezca sobre todos los puntos negativos que podríamos enumerar. Por cierto, la cinta se llevó el premio al mejor diseño de producción y el premio del público.

Si te gustan las batallas sangrientas. Si disfrutas con las formas elegantes pero contundentes de la lucha samurai y, en definitiva, si quieres pasar un buen rato, Thirteen Assassins es tú película.


21 octubre 2010

43 Ed. Sitges: La Casa muda

Una hija y su padre se mudan a una casa para trabajar para su dueño. Puertas y ventanas están tapiadas y poca luz del exterior consigue colarse en su nuevo hogar. Laura intenta dormir pero no puede: oye ruidos en el piso de arriba. A partir de ahí ya os podéis imaginar.

Yo fui a Sitges con ganas de ver una película que me hiciera pasar miedo de verdad como no me ocurría desde que grité con [Rec] y eso esperaba de La Casa Muda. Desgraciadamente no fue lo que me encontré. Nada de lo que digo lo consideraría spoiler pero si sois muy estrictos con esto, saltaos el quinto párrafo.

Y digo que os podéis imaginar porque La Casa Muda es un cúmulo de recursos típicos del género. El gran problema de este film Uruguayo es que tarda mucho en arrancar. Muchísimo.

Se jacta de estar rodada en una sola toma (algo que es evidentemente falso y que canta mucho en la cinta) y utiliza el recurso de estar basada en una historia real para tratar de darle más realismo al asunto pero no se centra en lo que verdaderamente importa: provocar tensión. Juega mucho con la oscuridad, con lo que ni Laura ni el espectador ven y con el silencio, como debe ser, pero la acción entra tan tarde y los impactos son tan predecibles que no consigue provocar el susto.

Se hace repetitiva ya no sólo en la forma de llevar la tensión (Hija mía, Laura, si vas a otear cada rincón de forma tan rigurosa, haz inventario ya que estás) sino también en la historia. ¿¡Donde se ha visto que después de un radical giro de trama la cosa vuelva a repetirse de nuevo?! Frases incluidas. No me olvido de la absurda sorpresa final, completamente efectivista y que carece de coherencia con la mitad de la película. Ah y, por supuesto, tenemos la secuencia redentora tras los créditos, no os la perdáis :P

El miedo es algo muy personal y depende de muchos factores. Quizá yo (y mi acompañante) no estábamos en la actitud correcta. Quizá La Casa Muda debería haber sido más dinámica y olvidarse de jugar a ser “en tiempo real”. Quizá la intención de su director sólo es concentrarse en el aspecto formal, que es estupendo, todo hay que decirlo en detrimento de su calidad como film de terror. Hay muchos “a lo mejores” pero lo que yo tengo claro es que La Casa Muda no es una buena película. Eso sí, no voy a ocultarlo: me reí mucho viéndola y eso no me lo quita nadie.


20 octubre 2010

43 Ed. Sitges: Colorful.

Eres un alma. Un alma vagando en algún lugar del cielo. Un ángel guardián se te acerca de repente y te informa que has sido premiado. Tienes una segunda oportunidad. Un niño, Makoto, se ha suicidado y tienes la oportunidad de ocupar su puesto.

Ya desde el comienzo, con una perspectiva en primera persona, Colorful nos invita a ponernos en el lugar del nuevo Makoto, un joven que vive entre la falta de comunicación familiar, la marginación e incluso el abuso escolar. Debe acomodarse en este ambiente tremendamente hostil y ajeno y ser capaz de retomar su vida mientras trata de descubrirse a sí mismo.

A pesar de su título, Colorful es una película gris con un protagonista gris. El punto de partida tan interesante consigue enganchar a la historia desde el principio pero ese ritmo lento, con muchos silencios y la gran carga dramática la convierte en tediosa en algunos tramos.

Es de esos títulos que hay que ver en el momento adecuado preparados para ver algo con este tempo tan calmado y un estilo que es hasta comedido en la animación y no aprovecha del todo el poder del color de su título para dar más vida y contrastes a la historia.

Con todo, Colorful es una buena película que reflexiona sobre temas interesantes, que resulta emotiva y que ofrece un abanico de situaciones adolescentes entre las que es difícil no encontrar alguna similitud con nosotros mismos que nos conecte con la historia.

15 octubre 2010

43 Ed. Siges: Secuestrados

Una familia se muda a una nueva casa en una urbanización de gente bien. Esa noche, tres encapuchados irrumpen en su casa desatando el horror. Este es el simple pero arrollador planteamiento de otro de los mejores títulos que he podido disfrutar en la presente edición del festival de Sitges.

Secuestrados está rodada aproximadamente en once planos secuencia que arrastran al espectador a hora y media de tensión, frustración y desazón. Miguel Ángel Vivas huye de explicaciones innecesarias y aclaratorias o de giros artificiales centrándose en la idea de que algo así puede ocurrirle a cualquiera, haciendo que esta sobrecogedora historia provoque aún más malestar y congoja.

Esta ansiedad se consigue en gran parte gracias a la decisión de Vivas de rodar todo el metraje en una decena de planos secuencia. Eliminados los planos contraplanos y con el añadido de lo que se percibe como tiempo real, la inmersión del espectador en la historia es casi total desde el primer minuto. Por supuesto, este experimento no sería posible sin un elenco a la altura de las exigencias de la propuesta. Tanto secuestrados como secuestradores se entregan totalmente a una acción intensa y casi sin respiro, entrando totalmente en unos papeles con dificultad añadida por aquella acertadísima decisión de rodar en planos secuencia larguísimos, trepidantes que en muchas ocasiones son un admirable ejercicio de coreografía que resultan una inyección de naturalidad de lo más eficaz.

Que no os confundan algunos comentarios, esto no es Martyrs ni una sucesión de violencia sin sentido. Es más al estilo de Funny Games pero sin artificios, como decía.

Secuestrados es tensión pura y dura. Sí, tiene momentos bestias y no se corta a la hora de mostrarnos la violencia, pero no llega a ser desagradable ni a provocar rechazo. Es una angustia de esas que se disfrutan.



14 octubre 2010

43 Ed. Sitges: Carne de Neón

Con algunas críticas aún pendientes del 58 Festival de Donostia, comienzo a hablaros de mi poco fructífera asistencia al 43 Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges. Digo poco fructífera porque la organización del festival ha dejado bastante que desear y esperemos que se replanteen el sistema de cara a próximas ediciones.

Dicho esto, y sin olvidar mencionar mi gran decepción al ver que el homenaje a Regreso al Futuro por su 25 aniversario había sido cancelado, comienzo a hablaros de mis títulos festivaleros por la primera película a la que asistí: Carne de Neón.

Paco Cabezas dirige este remake de su propio corto que nos atrapa en un mundo de antihéroes marginales y perdedores con un sabroso regusto a la filmografía de Guy Ritchie.

Hay bastantes elementos a destacar dentro de esta divertida y sucia historia pero, sin duda, el más llamativo su trepidante ritmo, que no deja tregua al espectador entre sus momentos más cómicos, los más dramáticos o los más explícitos. Al ritmo se une la acertada dirección artística, que consigue un ambiente sucio y viciado apoyado por esa fotografía de alto contraste que a mí suele gustarme mucho.

Por último, aunque probablemente lo más importante, hay que aplaudir a un excelente elenco que hace suyos unos personajes que de planteamiento podrían haber caído fácilmente en el típico plantel que encontramos en títulos de universos similares. Salvo Mario Casas, al que han aplaudido pero que yo no conseguía creerme en ninguna de sus secuencias dramáticas, todos los intérpretes están fantásticos aunque quiero destacar a una estupenda Ángela Molina, a un odiosamente encantador Vicente Romero y a Dámaso Conde con su adorable Infantita.

No, no es perfecta. Tiene alguna que otra bajada de interés, alguno de sus tramos se hace demasiado largo, y la forma de introducir al policía y su hija (Blanca Suárez) en la trama es bastante torpe pero todas sus virtudes y la falta de títulos de este estilo en nuestro panorama cinematográfico, casi consiguen anular todos esos peros.

Que no os de reparo esa sinopsis llena de putas, yonkis y demás protagonistas de bajos fondos, Carne de neón es una película divertida, entretenida, emotiva, dura con la que seguramente paséis un muy buen rato.


05 octubre 2010

Rodrigo Cortés te habla sobre Buried

Este fin de semana se ha estrenado la magnífica e imprescindible Buried (Enterrado) en las salas españolas. Mientras que algunos se muestran reticentes ante su propuesta, otros disfrutan durante una hora y media de uno de los títulos del año. No contest.

Ya os hablé de ella y escribí una pequeña crítica tratando de incitaros a ver esta maravilla sin desvelar nada y ahora os traigo a Rodrigo Cortés hablando sobre diferentes aspectos del film en la rueda de prensa que se celebró en el Festival de Donosti.

En estos vídeos habla de muchas cosas: del guión, de la dirección, de Ryan Raynolds y muchos otros temas relacionados con la producción. No contienen spoilers salvo en el último vídeo (donde está especificado). Creo que no hace falta decir lo encantada que salió la prensa de aquel evento, y es que Cortés habla, argumenta y explica las cosas que dan ganas de aplaudirle a cada frase.

Disculpad si la calidad del sonido deja mucho que desear pero fue un aquí te pillo aquí te mato que improvisé con el iPhone.

CORTÉS HABLA SOBRE EL ORIGEN DEL PROYECTO



SOBRE RYAN RAYNOLDS





SOBRE EL GUIÓN Y LA FORMA DE ABORDARLO





SOBRE REFERENCIAS Y DECISIONAS A LA HORA DE RODAR




SOBRE EL CONTENIDO POLÍTICO Y OTROS TEMAS DEL FILM





SOBRE LA NARRATIVA, LA ILUMINACIÓN Y OTRAS CONSIDERACIONES (CONTIENE SPOILERS)




Y hasta aquí los vídeos. Además, durante la misma rueda, grabé un par de audios para subirlos en directo con la aplicación de audioboo. En ESTE, Cortés habla sobre los duros 17 días de rodaje. En ESTE OTRO nos cuenta cómo fue el rodar las secuencias en el orden cronológico de la historia.

Espero que os haya resultado interesante a aquellos que ya habéis disfrutado del film y a los que aún no lo habéis visto, espero que os haya dado un empujoncito para acudir cuanto antes al cine.


 
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