10 octubre 2011

[59 ed. SS] La receta (casi) perfecta de Nadine Labaki

"Nadie sabe nada" es una de las grandes máximas de la industria del cine. Sólo unos pocos elegidos tienen la receta perfecta para enamorar a las audiencias con películas que facilmente reciben la etiqueta de fáciles y populistas.... pero, si son sencillas, ¿por qué es tan difícil conseguir una película que guste a todo el mundo? Con la maravillosa dramedia Y ahora, ¿adónde vamos? la todo-en-uno Nadine Labaki (directora, productora, guionista, actriz) entra definitivamente en ese grupo de elegidos que saben qué es lo que le gusta al público y no tiene problema alguno en dárselo.... por mucho que en ocasiones pueda acabar con uno de estos realizadores haciendo concesiones a la platea que traicionan algunos de los planteamientos y ambiciones artísiticas que podrían alcanzar si no estuviesen tan desesperados por alcanzar la aprobación del público.

La populista propuesta de Labaki presenta un ambicioso punto de partida: la lucha de un grupo de mujeres por evitar que sus maridos e hijos echen su vida a perder por un lamentable conflicto religioso (entre cristianos y musulmanes) que se les escapa pero que acaba con muchos de ellos bajo tierra. Con una premisa como esta, cualquiera podría esperar una película intensa y densa... pero el desarrollo de la historia va por un camino muy distinto. A través del realismo mágico, la comedia, el drama más oportunisma o incluso varias secuencias musicales (la única parte que me cojea en toda la película), se nos presenta de un modo muy inteligente y al mismo tiempo muy ameno, digerible y ocasionalmente fascinante un conflicto que marca a la sociedad libanesa en particular y la oriental en general: la religión.

Instrucciones de uso: Es momento de dejar los prejuicios en casa y acudir a las salas para darnos cuenta de que hay más cine popular (y populista) más allá de las fronteras del blockbusters. Labaki demuestra en su nueva película que no hay que dejar de lado al público para contar historias ambiciosas y con trasfondo. Una película mágica.
La cineasta libanesa se ha quedado en su segunda participación en el festival donostiarra (su casa, como ella ha manifestado en varias ocasiones ya) a las puertas de repetir el premio de la audiencia que ya consiguió con Caramel. No obstante, el máximo galardón conseguido por ¿Y ahora dónde vamos? en el cada vez más importante y clave festival de Toronto (sus tres últimas ganadoras optaron al Oscar a mejor película, dos lo ganaron) consagra a la cinta de Labaki como una de las películas clave de los próximos meses y una favorita en la carrera por el Oscar a la mejor película de habla no inglesa.



La magia del cine permite que, en ocasiones, conectemos con el universo y la forma de contar historias de cineastas que son capaces de convertir conflictos locales y personales en historias universales con las que todos podamos identificarnos. Nadine Labaki es una de esas cineastas. ¿Y ahora dónde vamos? es una película imperfecta, pero se siente, se vive y se contagia. Imprescindible.

Alta Films estrenará ¿Y ahora dónde vamos? en España el próximo 13 de enero.

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