Doce años después, es increíble cómo pasa el tiempo, estamos a pocas semanas del estreno de la última entrega de las aventuras de Harry y Warner Bros ha querido conmemorar este final organizando maratones en varios cines por toda España, evento al que La Última Película se ha unido sin dudar.
Harry Potter y la Piedra Filosofal funciona perfectamente como película introductoria a una larga e intricada historia de magos y brujas. A pesar de tratarse de una historia de gran continuidad, cada libro, y por tanto cada adaptación cinematográfica, elabora sus historias a partir de una trama prácticamente autoconclusiva que funciona como columna vertebral. Esto se aprecia de forma más clara en las primeras entregas pero La Piedra Filosofal tiene una particularidad y es que relega esa trama a un claro segundo plano, dedicando así la mayor parte del metraje a presentar ese maravilloso mundo de los magos.
Una década después, se estrenó en 2001, la magia de ese primer contacto con el mundo mágico consigue mantenerse. Volvemos a sorprendernos con las escaleras y los cuadros que se mueven, con la majestuosidad de Hogwarts, los hechizos y encantamientos y, en general, todos esos pequeños detalles que hacen tan especial este universo harrypotteriano. Destacar la brillante banda sonora original creada por John Williams, esas 30 notas que componen el leitmotiv principal ya han pasado a formar parte de la historia del cine.
Intrucciones de uso: Este primer contacto con la saga es el más infantil de todo lo que vendrá después. Poco a poco, la saga se va oscureciendo lo que probablemente la convierta en más interesante para aquellos que vean La Piedra Filosofal demsiado naif
Harry Potter y la Piedra Filosofal es divertida, sorprendente y, por supuesto, mágica. No es la mejor entrega pero es una puerta hacia un mundo muy especial lleno de conjuros malignos, deportes de riesgo, dragones, traiciones y tramas que van creciendo en torno al entrañable trío protagonista al que, literalmente, hemos visto crecer.