Cinco motivos por los que “Enredados” te sorprenderá

El fin de semana pasado se estrenó en España el último título animado de Disney, Enredados, nuevo acercamiento a la historia de Rapunzel de los Hermanos Grimm. Personalmente, desde Tarzán no había disfrutado tanto de una película animada de Disney (aunque decir que Bolt y El Emperador y sus Locuras pueden salvarse). ¿Por qué me ha gustado tanto Enredados?

Pascal y Maximus
En este tipo de aventuras animadas solemos encontrar siempre estos animalitos simpáticos que acompañan al protagonista pero con el camaleoncito bravucón y el caballo cabreao han dado en el clavo. Siempre que aparecen, ponen la guinda cómica y entrañable a la secuencia. Son de lo más divertido de la película y, sobretodo Pascal, aparecen mucho más de lo que suelen hacerlo estos comparsas.


Gothel, la villana.
Disney tiene muchos villanos memorables difíciles de superar (ahí están los grandes Ursula y Jafar) pero han acertado mucho con Gothel. Sin pasarse de excéntrica, a ese toque melodramático que le da a sus frases cuando habla con Rapunzel sólo le faltaría la palma en la frente para ser del todo genial. Esas frases sufridas y exageradas tipo “te he encontrado siguiendo el rastro de la traición” quedan en la memoria. También destaca el hecho de que en Enredados, el mayor villano de Rapunzel no son los obstáculos físicos ni otros personajes sino sus propias dudas y limitaciones mentales, algo que eleva mucho la historia.

Es y no es la clásica historia de Disney
Al hilo de lo anterior, Enredados es una historia Disney. Eso está claro. Tiene los grandes tics de sus películas y la historia es tan predecible como cabría esperar pero, sin embargo, tiene pequeños detalles de tono y enfoque que sorprenden gratamente. Además de lo que he comentado de Rapunzel, la película tiene salidas y gags muy dirigidos al público adulto que se agradecen MUY mucho y tiene momentos, de apenas segundos y sin diálogo, con una carga emocional altísima.

No sufre el síndrome “desenlace coñazo”.
Hay cierto tipo de géneros que son muy susceptibles de caer en el síndrome “desenlace coñazo”. El de comedia romántica es un gran ejemplo. Solemos encontrarnos con una primera hora más divertida que, en el momento en el que arranca el clímax empieza el desenlace dramático. Esto ocurre mucho con la animación de los últimos años, que trata de divertir a niños y adultos en su arranque pero, en el momento en el que la trama comienza a avanzar de verdad, la previsibilidad y necesidades de un cuento infantil elimina ese escaso y forzado gamberrismo. Esto no pasa en Enredados que, aunque tremendamente predecible, mantiene el nivel de humor juguetón y desvergonzado hasta el mismo final de la historia.

La animación y el 3D
Que la animación iba a ser estupenda es algo que personalmente daba por hecho, pero hay que resaltar dos cosas. Una son los ambientes. Crea atmósferas realmente bonitas del bosque (inspirado en el Parque Natural de Yosemite que tuve la suerte de visitar el pasado verano) y mágicas como la secuencia de los farolillos. Personalmente estaba bastante desencantada con el tema 3D, ya que con muchas películas animadas no deja ser un mero sacacuartos que luego no merece la pena sólo por una capa de fondo (UP es un gran ejemplo), pero en Enredados está bastante bien aprovechado y no te sientes estafado.

Enredados tiene algunos puntos negativos. El más grande y evidente son las canciones, que podrían ser geniales y sin embargo las letra de la mayoría de ellas da algo de vergüenza ajena. Suerte que no cantan mucho. Sin embargo, estos puntos negativos quedan eclipsados por el conjunto, que me ha sorprendido muy gratamente y me ha traído esa magia de Disney que tanto echaba de menos.

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