01 agosto 2006

"Silent Hill"... o cómo adaptar un videojuego

El cine actual tiene dos fuentes, casi inagotables, de ideas. Uno son los comics... el otro, son los videojuegos.

En éstos útlimos años hemos visto filmes adaptados de videojuegos como Resident Evil, Lara Croft: Tomb Rider.... pero nunca habíamos visto una cinta que realmente mereciese el título de su base virtual. Y es que, Silent Hill, será buena o mala película, tendrá buenos o malos actores.. pero es, sin duda, una muy buena adaptación.

Christophe Gans, director de la extrañísima El Pacto de los Lobos, ha sabido plasmar a la perfección la atmósfera de esta clase de videojuegos y, en concreto, el aura de misterio, de terror, de tensión y de miedo que se respira cuando uno está en Silent Hill.

Los planos están perfectamente elegidos. Picados, contrapicados, ángulos imposibles, inclinados.. y esas vistas que no te dejan ver lo que hay delante aunque quieras, tipicas de los videojuegos, que intensifican aún más la tensión.

Los efectos especiales son memorables. Los niños carbonizados, las enfermeras, el cabeza triángulo... todos los monstruos y seres extraños están muy bien hechos. Pero el efecto que se lleva la palma es, sin duda, la llegada de la oscuridad.
El sonido es otro de los grandes elementos del film. Es inquietante y está usado de una forma muy inteligente.

Pero "Silent Hill" tiene también sus puntos débiles y el que se lleva la palma son los diálogos. Absurdos y muchas veces sin sentido, provocan muchas veces la risa.
Además, toda la historia que protagoniza Sean Bean sobra prácticamente entera. Cuando él la siente y el final es lo único que realmente aporta algo interesante.

En cuanto al guión, de la mano de Roger Avary (The rules of atraction, Pulp Fiction), cojea por muchos sitios. El primer gran error se comete al plantear el recorrido de la protagonista, correctamente interpretada por Radha Mitchell (a quien vimos en el fime de Woddy Allen, Melinda y Melinda). Muchas de las pistas que la niña le deja, las encuentra de forma nada intuitiva, como si de un videojuego se tratase, es decir: yo lo miro todo y lo que salga. No muestran motivaciones para muchas cosas y hay giros que no tienen mucho sentido ya que no se explican en el guión. Esto está bien para un juego, pero, por muy adaptación que sea, nunca podemos olvidarnos de que estamos haciendo una película.

Además, pasan pocas cosas durante largo rato y luego se queda toda la trama atropellada para el final, desperdiciando grandes momentos que podrían haber sido triunfales, como la bajada al infierno o el cabeza triangulo.

Lo mejor: Los planos. Los efectos de sonido. La atmósfera. El gore.
Lo peor: Los diálogos. Sean Bean.
La secuencia: La primera vez que suena la sirena y viene la oscuridad. Sencillamente genial.

***1/2
Una muy buena adaptación de videojuego, una buena e inquietante película que no a todos gustará.

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"Superman Returns"... mejor que no hubiera vuelto

Todo se ha contado sobre este superhéroe legendario. Comics, series de animación, series de ficción, películas... y, a pesar de las tres películas ya existentes y de estar el tema completamente desgastado, éste personaje sigue trayendo gente a las salas.

Bryan Singer, director de Xmen I y II, la genial Sospechosos Habituales o la serie de éxito internacional "House M.D", ha sido el encargado de contarnos de nuevo las aventuras de este personaje... y es la primera gran mancha en su expediente.

Este se supone un film de acción y, en efecto, contiene escenas que pretenden tal calificativo, pero están contadas de tal forma que, en todas y cada una, sobran al menos 10 minutos de metraje que no cuenta nada, no aporta nada, ralentiza la secuencia y provoca aburrimiento.

El guón es deficiente. A parte del hecho de que no aporta nada nuevo (menos en el final), ni nada interesante, la historia esta difusa, mal hilada e inconexa.

En cuanto a los actores, el único que se salva es el siempre genial Kevin Spacey, con quien Singer ya había trabajado en Sospechosos Habituales. Brandon Routh es quien da vida al superhombre y a su alterego, Clark Kent... y no podría ser más insípido, inexpresivo y soso. Lo mismo le pasa a la también casi desconocida Kate Bosworth, que interpreta a la eterna novia de superman, Lois Lane.

Además, su duración es muy excesiva y tiene como unos 5 finales, lo que hace, si cabe, que se haga aún más larga.

Lo mejor: Kevin Spacey. Superman suspendido en el espacio mirando la tierra.
Lo peor: Practicamente todo lo demás.
La secuencia: Cuando Lane y familia están atrapados en el barco. Es agobiante.

* Superman Returns o "como no se debe hacer una secuela".

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