30 junio 2011

Maratón Harry Potter: La Piedra Filosofal

Dos millones de dólares. Ese es el precio que separaba, en 1999, a Warner Bros de los derechos de adaptación cinematográfica de los cuatro primeros libros de la serie de J.K. Rowling “Harry Potter”. Tras el rechazo de Steven Spielberg, que personalmente me resultaba una opción acertada, fue Chris Columbus el que llevaría a cabo la realización de la primera entrega con el libreto de Steve Kloves en mano, guionista de casi toda la saga.

Doce años después, es increíble cómo pasa el tiempo, estamos a pocas semanas del estreno de la última entrega de las aventuras de Harry y Warner Bros ha querido conmemorar este final organizando maratones en varios cines por toda España, evento al que La Última Película se ha unido sin dudar.

Harry Potter y la Piedra Filosofal funciona perfectamente como película introductoria a una larga e intricada historia de magos y brujas. A pesar de tratarse de una historia de gran continuidad, cada libro, y por tanto cada adaptación cinematográfica, elabora sus historias a partir de una trama prácticamente autoconclusiva que funciona como columna vertebral. Esto se aprecia de forma más clara en las primeras entregas pero La Piedra Filosofal tiene una particularidad y es que relega esa trama a un claro segundo plano, dedicando así la mayor parte del metraje a presentar ese maravilloso mundo de los magos.

Una década después, se estrenó en 2001, la magia de ese primer contacto con el mundo mágico consigue mantenerse. Volvemos a sorprendernos con las escaleras y los cuadros que se mueven, con la majestuosidad de Hogwarts, los hechizos y encantamientos y, en general, todos esos pequeños detalles que hacen tan especial este universo harrypotteriano. Destacar la brillante banda sonora original creada por John Williams, esas 30 notas que componen el leitmotiv principal ya han pasado a formar parte de la historia del cine.
Intrucciones de uso: Este primer contacto con la saga es el más infantil de todo lo que vendrá después. Poco a poco, la saga se va oscureciendo lo que probablemente la convierta en más interesante para aquellos que vean La Piedra Filosofal demsiado naif

Harry Potter y la Piedra Filosofal es divertida, sorprendente y, por supuesto, mágica. No es la mejor entrega pero es una puerta hacia un mundo muy especial lleno de conjuros malignos, deportes de riesgo, dragones, traiciones y tramas que van creciendo en torno al entrañable trío protagonista al que, literalmente, hemos visto crecer.

24 junio 2011

Todos somos principiantes en el amor

El cáncer se ha llevado a los padres de Oliver (Ewan McGregor). Ella murió primero y Hal (Christopher Plummer), su padre, tras 45 años de casado reprimiendo una verdad otrora demasiado controvertida, decidió salir del armario y vivir una segunda juventud explorando ese mundo antes prohibido. Cuando Oliver conoce a Anna (Melanie Laurent) y comienza una indefinible relación entre ellos, él rememora los segundos pasos de Hal en el mundo del amor.

Mike Mills, admirado por la franqueza de su padre, en quien Hal está inspirado, decidió escribir y dirigir este título para compartirlo con el mundo. El propio Mills escribió sendas cartas a los actores pidiéndoles protagonizar esta producción independiente. A Plummer le contó porqué Hal era una inspiración para él mientras que con McGregor compartió su más sinceros sentimientos ya que Oliver le refleja a él mismo.

Mills nos hace partícipes de una historia muy pequeña pero con mucho corazón con dos líneas de trama entrelazadas: mientras Oliver intenta entender y avanzar en su relación con Anna, no puede evitar pensar y sentirse inspirado por la valentía de su padre. Ambas tramas combinan y ponen sobre la mesa los diferentes obstáculos de sus protagonistas, bien sean factores sociales externos como la homofobia o el conservadurismo al que se enfrenta Hal o los miedos internos de dos jóvenes como Oliver y Anna con temor a comprometerse en la relación equivocada y emular los errores de sus padres.

Mientras que el relato de Hal es conmovedor, divertido y realmente transmite la admiración que siente Mills por el personaje, toda la relación de Oliver con Anna queda en un claro segundo plano de interés y conexión con el espectador sirviendo como poco más que vehículo para mostrarnos las vivencias del personaje de Cristopher Plummer. Pequeña mención al pequeño Arthur, inseparable y adorable perrito de Hal que se convierte en el mayor confidente de Oliver.

INSTRUCCIONES DE USO: Como título indie que es, Beginners se alimenta mucho de colecciones de momentos y recuerdos mágicos, de pequeños detalles de la vida de sus protagonistas, esos momentos que significan mucho para uno mismo pero nada para los demás. No esperéis un relato con muchos aspavientos ni giros de guión.
Beginners emociona, interesa e inspira, está muy bien contada por un director que no teme dejarse llevar por la emotividad y subjetividad de las vivencias de su vida, lo que le da una inyección de verdad y autenticidad a la historia. Muy recomendable para quienes disfruten de este tipo de cine. Se estrena el 8 de Julio en España.



23 junio 2011

Travis Bickle, un antihéroe de ayer y hoy

Todo el mundo está más o menos de acuerdo que el espectacular éxito planetario a mediados de los 70 de Star Wars y Tiburón son las responsables (culpables, dirán otros) de que el cine de Hollywood se haya convertido en lo que es hoy, pero Coppola, Friedkin o Scorsese son igual de responsables que Lucas y Spielberg en la transformación radical de un cine comercial que no dejaba de lado las ambiciones artísticas.

No hay más que ver una película como Taxi Driver para darse cuenta de que esta mítica cinta al servicio de un inolvidable Robert De Niro es mucho más radical, transgresora y moderna que el 99% del cine que vemos hoy en día en las pantallas. Hace unos meses el genial director neoyorquino demostraba con la polémica pero ocasionalmente brillante Shutter Island que, a sus 70 años, es capaz de rodar con más brío, garra y lucimiento visual que la gran mayoría de sus colegas contemporáneos.

Taxi Driver es cine en estado puro, una propuesta que vista treinta y cinco años después de su estreno nos queda claro que supuso un salto adelante visual y argumental que sintetiza las virtudes del mítificado - y con razón - cine de los años 70, cuando las nuevas promesas dejaban atrás la moda de musicales y peliculas más clásicas que triunfaron en la década anterior para apostar por un estilo seco, violento, arriesgado y provocador.
INSTRUCCIONES PARA USO: Comprátela, póntela en el TCM, vete a verla en la filmoteca... pero no te la pierdas: son películas como Taxi Driver las que han convertido del cine en el considerado séptimo arte. Pocas veces la asociación contínua de un director, un actor y un guionista han dado tanto de sí como la ecuación formada por tres incógnitas tan brillantes como Scorsese, De Niro y Schrader. Imprescindible.
Desprestigiado en la última década por unas elecciones profesionales que han dejado claro que le interesa más el dinero que recuperar una gloria que, seamos sinceros, jamás podría igualar, De Niro compone en la figura de Travis Bickle uno de los personajes más influyentes y fascinantes de la historia del cine. El ganador del Oscar por El Padrino 2ª Parte y Toro Salvaje (otra colaboración con Scorsese) se habrá hartado de escuchar de fans y no fans la inolvidable frase Are you talking to me?, pero eso es lo que tiene ser historia del cine.

¿Por qué hablo de Taxi Driver a estas alturas de la vida? Más allá de la terrible confesión de que no había visto una de las películas más emblemáticas de uno de mis directores top five, no puedo dejar de recordar que la siempre recomendable Filmoteca Nacional ha exhibido en las últimas semanas un ciclo en homenaje al músico Bernard Herrman, responsable de la banda sonora del film y célebre ante todo por sus trabajos para Alfred Hitchcock. Todo imprescindibles.


22 junio 2011

Esta vez sí, Woody Allen vuelve por la puerta grande

Woody Allen no debía de estar en clase el día que el profesor dijo eso de que, a veces, en la vida, menos es más. A sus 75 años de edad, el cineasta neoyorquino mantiene su costumbre de estrenar una película todos los años hasta estar a punto ya de contar con 50 títulos en su filmografía como director. Tras años en la cuerda floja, lo podemos decir con todas las letras: el director de Annie Hall ha recuperado su mojo gracias a la más que recomendable Midnight in Paris.

Harto de ver cómo la prensa española sobrevaloraba la obra más reciente del neoyorquino, un servidor no sabía que pensar cuando leyó las críticas unánimas provenientes de Cannes que avisaban de las virtudes de su último trabajo, una comedia que le llevaba de nuevo a la muy cinematográfica ciudad de París.

La ciudad francesa, que ya visitó en la comedia musical Todos dicen I love you, es el escenario en el que se reune un fantástico grupo de actores en el que nos encontramos a Rachel McAdams, Michael Sheen, Marion Cotillard o Kathy Bates acompañan a un extraordinario Owen Wilson, un cómico que nunca había sido santo de mi devoción y que aquí sobresale como el carismático protagonista de una historia cuyos detalles jamás deberían ser revelados a los espectadores que aún no han visto la película (una deferencia que no han tenido muchas de las críticas escritas sobre el film).

Sin entrar demasiado en materia, el último paso en el tour europeo del director (que ya le ha llevado a Londres - en tres ocasiones - y Barcelona, con un rodaje previsto este verano en Roma) sigue a un escritor de televisión (cuyas aspiraciones artísticas son ponerse de una vez por todas a escribir una novela que desafíe sus habilidades creativas) que va de viaje a la ciudad parisina con su prometida y la familia de esta, quedando atrapado en una rutina y un futuro que le agobian.... hasta que encuentra una fascinante y un tanto mágica vía de escape.
INSTRUCCIONES DE USO: Dejad de lado la crisis creativa en la que se encontraba el director y guionista durante la última década: la aventura francesa de Allen convencerá y conquistará a los que se dieron por vencido con el director de la mediocre Conocerás al hombre de mis sueños o a los que, como un servidor, seguían viendo sus películas por defecto, sin interés ni pasión alguna. Una auténtica delicia.

Si Midnight in Paris (cuyo referente más directo en la filmografía del cineasta sería la fantástica La rosa púrpura del Cairo) sobresale como el mejor trabajo de Allen desde Match Point es porque se deja llevar visual y conceptualmente más allá , ofreciendo una propuesta visual sorprendentemente cuidada por Allen (que siempre ha prestado más atención a los diálogos que a la puesta en escena del film) y lanza una reflexión que debería ser tenida en cuenta: el mito de que todo tiempo pasado fue mejor probablemente sea eso... un mito.

Cuando ya pensábamos que Spielberg, Eastwood y Scorsese eran los únicos genios de los años 70 que aún tenían cosas que contarnos, el director de Midnight in Paris se saca un conejo de la chistera con una propuesta divertida, curiosa y llena de guiños que nos hace recordar por qué le consideramos durante décadas uno de los grandes del cine. Y está claro que no soy el único que lo piensa: esta deliciosa comedia va directa a convertirse en la película más taquillera de Allen en las dos últimas décadas.

20 junio 2011

Confesiones de una profe peligrosa

Kanae Minato publicó en 2008 “Confessions”, novela que tras 2 millones de ejemplares se ha convertido en uno de los mayores betsellers japoneses de los últimos años. La adaptación cinematográfica no tardó en llegar y fue de la mano de Tetsuya Nakashima, realizador nipón que ha obtenido numerosos premios con este trabajo.

Es el último día de clase en un instituto y Yuko Moriguchi se despide de sus alumnos con un discurso de conclusión sorprendente: dos de los presentes son los culpables de la muerte de su hija de cuatro años. Y ya ha planeado su venganza.

Este es el punto de partida de una historia enfermiza y obsesiva para todos los que la protagonizan. Recurriendo a las ventajas del punto de vista múltiple, Nakashima nos relata la verdad de lo ocurrido a través de todos los personajes implicados: la profesora, los alumnos acusados, una compañera de los mismos, sus padres y el profesor sustituto.

Confessions es un drama duro e intenso con ciertos toques de thriller, género que erróneamente han querido destacar en la promoción de la película, que cuenta con unos personajes excéntricos y perturbados a los que la vida ha hecho mucho daño. Es una historia de muñecos rotos con asuntos sin resolver que cobran importancia casi letal en este contexto de presión y dolor. En la historia están implícitas ciertas denuncias sociales como la violencia estudiantil y su relación con la ley de menores, la incompetencia del sistema educativo y la sobreprotección o abandono de los padres, temas que hacen reflexionar y completan la historia.

Pero la verdadera fuerza de esta producción la encontramos en el aspecto visual. Una fotografía de mucho contraste con recurrente visión onírica y surrealista, apoyada por la dirección de Nakashima y sus planos imposibles y combinada con un montaje a cámara lenta y una banda sonora evocadora, atrapa desde el primer momento.

INSTRUCCIONES DE USO: Confessions es muy asiática en su ritmo, algo que se potencia mucho más con el uso de la cámara lenta, y no es apta para aquellos que no disfruten de una historia contemplativa, de ritmo irregular pero mayormente pausado y con una narración centrada principalmente en la psicología de sus personajes y los pequeños detalles que la caracterizan.


¿Por qué os cuento esto ahora? Resulta que el film de Tetsuya Nakashima no ha pasado, casi lógicamente, por las salas españolas y el 5 de julio estará disponible para su compra o alquiler en DVD. Warner ha distribuido hoy un trailer en español de la película. Un dato, el tema de Radiohead que aparece en el trailer es el tema principal de la película y fue ofrecido casi en exclusiva en su momento.




 
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