30 junio 2010

Sesión contínua: Gordos, La Ola y Caché

De vez en cuando no está mal hacer una noche maratón de pelis con un amigo. Como la regla es empezar por las intensas y acabar con las ligeritas, las películas elegidas para esta sesión fueron, por orden, Caché, de Haneke; La Ola de Dennis Gansel; Gordos de Sánchez Arévalo; y Luna Nueva, de la que ni siquiera voy a hablar por razones obvias (y porque tal coñazo a las 4 de la mañana no pudo evitar que me quedase dormida).

Cache (Escondido).
Que sí. El sentimiento de culpa, la mentira, el jugar con el espectador y todo tipo de bla bla, pero no. Mucho había leído sobre este peculiar título y reconozco que tenía ganas de verla ya que todo lo que he visto de Haneke hasta ahora lo he disfrutado mucho. Sin embargo, este título ha sido un borrón en su cuenta para mí.

Caché es un coñazo pretencioso y ególatra que además no resulta interesante ni visualmente con tanto plano fijo y tan nefasta, más bien nula, fotografía. Qué genial es ser un autor y que a todas tus mamarrachadas le saquen un sentido narrativo, filosófico, visual o lo que se precie.

La Ola

Toda una sorpresa. Tiene ritmo, es interesante, cuenta mucho de sus personajes con muy poco, visualmente está muy cuidada y tiene una estética y atmósfera que atrapan. Podría caer fácilmente en el aburrimiento de tanto diálogo y, sin embargo, maneja muy bien la tensión y el interés en todas las secuencias. Recuerda a la serie Skins en su realización, el tono y la forma de tratar a adolescentes y adultos.

El tema político es, como mínimo, interesante y es de esas que te hacen pensar y discutir sobre la reflexión que hace al acabar de verla. Realmente te das cuenta que con dos chorradas y ninguna ideología, la ola se convierte en algo muy peligroso donde el gustirrinín de pertenecer a un grupo está por encima de todo... por hacer un burdo resumen de lo que nos cuenta.

Además, hay que decir que el waterpolo es un deporte estéticamente precioso para ver en cine y más si se rueda con tanta habilidad como lo hace el director. He disfrutado como no está escrito de las pocas secuencias que protagoniza este deporte.

Mi compañero Dani también habló de esta película en su día.

Gordos

Divertida, original, con unos diálogos y una acidez envidiables. El reparto coral está muy bien equilibrado y resulta interesante, inteligente, tiene muy buen ritmo y está bien dirigida y producida. Toda una sorpresa.

¿Lo malo? Deja algo de mal sabor de boca por ese giro hacia el final de la película. La última media hora es demasiado dramática y las resoluciones de algunas historias son tan marcianas que provoca rechazo. A pesar de esto, el balance final es bastante positivo.

07 junio 2010

Un Príncipe desaprovechado

Siempre me ha gustado mucho Prince of Persia. Junto a Monkey Island, es mi videojuego favorito y me he visto manejando al prince of persia en madrugadas a las 4 de la mañana teniendo que trabajar al día siguiente... Siempre he creido que la saga tiene un guión muy original y cuidado y por ello (y por mi fanatismo) esperaba con ganas la adaptación cinematográfica.

No puedo decir que haya sido decepcionante porque realmente no tenía expectativas demasiado exigentes, sino que me he encontrado con lo que esperaba: un título de acción lo suficientemente entretenido.

Lo más negativo de Prince of Persia es el guión. Si por algo se caracteriza el videojuero es por una cuidada mitología y un siempre sorprendente desarrollo de la historia que en el film no aprovechan.

La trama central, creada como hilo conductor de la mitología, es la gran pata coja del libreto ya que los conflictos paterno-filiales y fraternales en este tipo de ambientes están demasiado trillados. Deberían haber tomado la historia original y haberle dado una vuelta más mística y mágica que entrar en historias político-familiares. Y, para aquellos que hemos jugado, el final es decepcionante. El original es mucho más interesante pero se comprende que eligiesen un final menos abierto por si la saga luego no es tal.

A su favor, la química entre los dos protagonistas funciona y ayuda al entretenimiento. También son destacables esas secuencias dirigidas como si el espectador estuviera en un videojuego, mostrando las nuevas estancias al igual que sucede en el juego.

En definitiva, Prince of Persia no destaca especialmente ni como película de acción, ni como film épico ni como adaptación pero es lo suficientemente entretenida que, a pesar de clichés y giros totalmente predecibles, se puede ver.

Esperemos que el impulso de este comienzo de saga haya sido el sufuciente para provocar una segunda, que "Worrior Within" tiene tanta chicha que ni siquiera tendrían que inventarse nuevas tramas.

 
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