31 diciembre 2008

Críticas 2008

Ordenadas de Diciembre a Enero de 2008.
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Lo de mejor del 2008 (2ª parte)

Tras las primera categorías publicadas ayer, hoy, 31 de diciembre, acabo el año bloggero con mis favoritos en las cinco categorías más importantes. Arrancamos los motores.

MEJOR GUIÓN


Expiación juega brillantemente con el espectador, con sus emociones y con las expectativas que tenemos de la historia (a no ser que hayamos leído el libro de McEwan). Si sólo tuviesemos en cuenta los primeros 45 minutos de metraje, Wall·E sería la ganadora absoluta, una pena que después la historia se vuelva más convencional y un tanto aleccionadora. Los hermanos Nolan merecen más que un aplauso por su guión para El caballero oscuro, que acaba prácticamente pareciendo cualquier cosa menos una película de superhéroes. Si es que quitamos a Batman y la historia es perfectamente válida como thriller. Escondidos en Brujas tiene los diálogos más divertidos del año. Gracias a ellos Colin Farrell se ríe de Bélgica en general y Brujas particular con chistes corrosivos como aquel de ¿por qué es conocida Bélgica? Por el chocolate y el abuso de niños. Y todo el mundo sabe por qué hicieron el chocolate... Pese a a estos cuatro excelentes libretos, el premio finalmente va a parar a las manos del nuevo fenómeno de Hollywood, Diablo Cody: ex stripper, bloggera, guionista,... fabulosa. Después de Juno, hay unas ganas enormes de ver la serie que está a punto de estrenar con Toni Collette como protagonista.

Otros candidatos al premio podrían haber sido los hermanos Coen (No es país para viejos es muy buena pero Fargo, que también vi este año, es absolutamente genial), el crudo de texto de Paul Haggis (En el valle de Elah), la notable Jenny Lumet (brillante la parte dramática, algo cansina la musical, de La boda de Rachel) o el original tratamiento de Nancy Oliver (Lars y una chica de verdad).


MEJOR ACTRIZ PROTAGONISTA

Angelina Jolie está estupenda como madre coraje pero tantas escenas intensas y pensadas para el lucimiento de la protagonista. Que Ariadna Gil entre en mi lista de mejor actriz no deja de ser sorprendente, pero es que su protagonista de Sólo quiero caminar es fantástico, diciendo tanto con tan pocas palabras. Ellen Page, muy divertida pero un tanto repelente en Juno, acumula méritos este año gracias a su notable interpretación en An american crime. Su mejor trabajo sigue siendo Hard Candy. Anne Hathaway termina de convencer gracias a una interpretación, que como decía una crítica, "logra que la ames y la temas con la misma intensidad". La mejor del año, no obstante, es Kristin Scott Thomas, que en Hace mucho que te quiero transmite tanto en una simple mirada mientras espera a su hermana en el aeropuerto que en la escena cumbre de la película, cuando desvela el por qué de las cosas.

Otras candidatas a tener en cuenta son Anamaria Marinca (protagonista de la rumana 4 meses, 3 semanas y 2 días), las dos chicas de Una palabra tuya (Esperanza Pedreño, Malena Alterio)o la siempre brillante Laura Linney (La famila Savage).

MEJOR ACTOR PROTAGONISTA


Sólo quiero caminar vuelve a estar presente en categorías de reparto gracias al notable trabajo de un Diego Luna brillante como matón de buen corazón (¿por qué hay tantos personajes en el mundo del cine que trabajan en ocupaciones cuestionables pero que en el fondo son cachos de pan? ) que además hace una pareja perfecta con la también destacada Ariadna Gil. James McAvoy, en un trabajo casi a la altura de su magnífico protagonista de El último rey de Escocia, compone un gran héroe trágico cuya vida se va al traste por una confusión en Expiación. Emile Hirsch, en el único trabajo suyo que he visto hasta el momento, consigue llevar sobre sus hombros el peso de una película un tanto densa con un papel que no es fácil ni especialmente empático. Habrá que seguir sus pasos. Con su encantador e ingenuo Lars, Ryan Gosling vuelve a confirmar que, con toda probabilidad, es el mejor actor joven desde la aparición de Edward Norton y Leonardo DiCaprio diez años atrás pero el reconocimiento a la mejor interpretación del año va para un Tommy Lee Jones que consigue dar la mejor interpretación de su carrera como el padre cuyo mundo se viene abajo con la noticia de la desaparición de su hijo soldado. Lee Jones consigue superar los prejuicios que generalmente tengo hacia él (por interpetar -casi -siempre el mismo papel) y hace un trabajo inolvidable.

Otros candidatos serían Johnny Depp (a pesar de hacer el mismo papel de siempre para Tim Burton), los dos chicos de Escondidos en Brujas (Colin Farrell y Brendan Gleeson) y muy probablemente Daniel Day Lewis (un error garrafal no haber visto Pozos de ambición a estas alturas).

MEJOR DIRECTOR


En su primera y deliciosa película americana, Wong Kar Wai ofrece un auténtico regalo para los sentidos (maravillosas fotografía y selección musical). Paul Haggis, después de desatarse como nunca en Crash (devolver el Oscar, malditos) pasa a una puesta en escena e historias sobria, poderosa, sin estridencias, pero sin dejar de ser devastador con su nuevo trabajo, el cual lamentablemente ha pasado desapercibido para público y premios (claro, que su lamentable poster tampoco ayuda). Tras Expiación y Orgullo y prejuicio, Joe Wright se confirmarse como uno de los nuevos realizadores más elegantes e interesantes de la industria. Quizás es demasiado artesano y un tanto impersonal pero filma excepcionalmente. El buen hacer, el respeto y la pasión de Sean Penn por el material de partida lucen en cada momento de esta sorprendente y bella película que aprovecha, como pocas veces se ha visto, los recursos cinematográficos de los espacios abiertos. Sin embargo, es Christopher Nolan quién se llevaría el gato al agua con su revolucionaria visión del universo de Batman, del género de superhéroes y el thriller moderno. No es simplemente el blockbuster del momento y eso se debe, principalmente, al trabajo de Nolan.

Otros candidatos que merecen el reconocimiento son los hermanos Coen (cuya No es país para viejos merecería un mayor reconocimiento del que le estoy dando, todo sea dicho), Agustín Díaz Yanes (quién, Alatristes apartes, filma muy pero muy bien) o Julian Schnabel y su escafandra.

MEJOR PELICULA


Hacia rutas salvajes fue una de las grandes sorpresas del año: vale que es densa y larga, pero no por ello deja de emocionar, entretener e incluso impactar gracias a su fantástica fotografía, reparto y a la apasionante dirección de Penn. Juno, sin ser la segunda venida de cristo (ni el anticristo, mal que les pese a algunos), posee algunos de los diálogos más ingeniosos (que no realistas, que tampoco hace falta) y de las situaciones más frescas vistas en los últimos años, con una selección musical excepcional y un fantástifco trabajo de su reparto, con Ellen Page al frente. Expiación, por su parte, es todo lo que no lograron ser recientemente Australia o Cold Mountain: complejas, juguetonas (ese giro final de guión), intensas, clásicas, emotivas y bien interpretadas. Detalles como la banda sonora o ese plano secuencia que muestra el horror de la guerra, ayudan. Wall·E pasará a la historia por esa primera parte, en la que el espectador observa un espectáculo mudo que no necesita de diálogos o referencias culturales para sobrevivir y conquistar el corazón de su (adulta) audiencia. No importa que el resto de la película raye a un nivel inferior: sabes que has visto un nuevo clásico de la animación pero la película del año no es otra que El caballero oscuro porque es oscura, vibrante, sorprendente, tramposa, incluso emotiva y porque (casi) siempre huye de los lugares comunes de estas historias. Podría ser el thriller negro del año si no fuese por el señor con con máscara y capa que vela la ciudad de Gotham. Y por supuesto no hay que dejar de lado el ya inolvidable Joker.

Otras candidatas a formar parte del grupo de lo mejor del año fueron En el valle de Elah y No es país para viejos.


Esto ha sido todo, sólo queda desear a todo el mundo una feliz entrada en un 2009 que promete mucho con los nuevos trabajos de Van Sant, Tarantino, Amenábar, Almodovar, Mendes,.. y lo que nos queda por descubrir.

30 diciembre 2008

Lo mejor del 2008 (1ª parte)

Faltan menos de 48 horas para dar por terminado un 2008 que, cinematográficamente hablando, no ha sido el mejor año que se recuerda. Ha habido excepciones (Pixar superandose a sí misma - si es que es posible-, un encuentro con la mejor película de villanos de la historia, el primer Oscar de interpretación español, descubrimientos y óperas primas brillantes dentro del cine europeo,...) pero también hemos visto un flojo año para el cine español (a ver si va a ser cierto que poco más hay más allá de Amenábar o Almodóvar), para los blockbusters (pocos han acabado ofreciendo algo minimamente interesante) y para mí personalmente, que me he quedado sin poder ir por primera vez en cuatro años a mi adorado Festival de San Sebastián.

Antes de ponerme a enumerar mis favoritos del año también quiero hacer mención a las películas estrenadas que, pese al interés, aún no he visto y que, por tanto, no pueden formar parte del palmarés: Gomorra, Pozos de ambición, Camino, Il divo, Los girasoles ciegos, 3 días, El niño del pijama de rayas,... espero arreglar el error durante este 2009 que aún no ha comenzado.


PEOR PELICULA DEL AÑO

Patrick Wilson y Dianne Weist (a los que tuve oportunidad de ver juntos en escena en el estupendo montaje teatral All my sons), entre otros, forman parte de la muy tramposa Passengers, que hunde parte del nombre que Rodrigo García se había ganado con sus dos muy interesantes primeras películas. También tiene el honor de encontrarse entre lo peor Jumper, que sabe sacar muy poco de una propuesta interesante para conseguir llegar al hastío a pesar de lo poco que dura. Probablemente no merezca estar en la lista de lo peor del año, pero me esperaba más de Cobardes, después de la sorpresa que me lleve con Tapas. Muy poca chicha para una historia y un tema que promete más. El título de peor película del año está entre dos películas, una por pretenciosa y la otra por lamentable pero, después de desestresarme con la crítica de ayer, no daré el dudoso honor a la por sí dudosa Crepúsculo y es que no deja de ser sorprendente cómo puede ser tan mala, poco interesante y hasta soporífera Expediente Anwar con el espectacular reparto y un director venido de ganar el Oscar. La película sólo merece ser recordada por haber juntado a mis dos amados Jake y Reese.

Otras candidatas a tender en cuenta fueron la decepcionante y aburrida Rebobine por favor, la muy predecible 27 vestidos (aunque qué esperar de una película en la que sale Edward Burns) o La conspiración del pánico (porque tiene mérito aburrir en un film de estas características).


MEJOR ACTRIZ SECUNDARIA

Jennifer Garner, Sydney Bristwo para los fans de Alias como yo, hace un trabajo en Juno a la altura de su talento como la madre adoptiva que desea más que nada en la vida tener un hij. La hasta ahora desconocida Elsa Zylberstein brilla en la por sí emotiva Hace mucho que te quiero, interpretando a una joven madre que quiere saber más y llegar a comprender por qué su hermana hizo lo que hizo. Saoirse Ronan se une a Dakota Fanning y Freddie Highmore como mejor intérprete infantil: Ronan demuestra como ser una auténtica perra a pesar de no superar los doce años. Aunque Penélope Cruz está hilarante como Maria Elena, convirtiéndose en lo mejor de la función (es una pena que no su papel no fuese mayor, aunque en ese caso posiblemente no sería tan excesivo), mi actriz secundaria del año es Rosemarie De Witt, que se convierte en la auténtica revelación de La boda de Rachel, donde interpreta al personaje de título. Una estupenda interpretación, sin estridencias pero que derrocha verdad por los cuatro costados.

Otras candidatas a considerar fueron Victoria Abril (que hace en Sólo quiero caminar un gran papel a pesar de estar más vieja pelleja que nunca) o Marisa Tomei (de lo mejor de la, por otro lado decepcionante, Antes que el diablo sepa que has muerto).


MEJOR ACTOR SECUNDARIO

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Fantástico año para los secundarios. Salvo Jude Law (que aparece mencionado como recompensa a la preciosa My blueberry nights, que por fin se ha estrenado en nuestro país), el resto de los candidatos podrían ganar en cualquier otro año. Robert Downey Jr (que para mí fue resucitado tras Ally McBeal, no Iron Man) tiene un papel divertidísimo en Tropic Thunder, donde interpreta a un actor blanco que se hace negro para resultar más creíble en su último papel. Por su parte, Hal Holbrook, en una breve pero muy emotiva intervención en Hacia rutas salvajes, consigue emocionar e impactar al espectador (como en la escena en la que le dice al protagonista que, cuando vuelva de Alaska, podría adoptarle). Finalmente se disputan el premio como mejor secundario los que, con toda probabilidad, son los mejores villanos desde lHannibal Lecter. Pese al fantástico y brutal trabajo de Javier Bardem, opto por el terrorífico Joker compuesto por Heath Ledger. Que irritado voy a estar cuando, después de que gane el Oscar en febrero, empiecen a salir voces tocapelotas diciendo que se lo han dado porque está muerto, cuando eso no le funcionó ni a James Dean.

Otros candidatos a formar parte del grupo de mejores secundarios fueron Phillip Seymour Hoffman (lo mejor de La guerra de Charlie Wilson) o un muy divertido Brad Pitt en plan nerd imbecil en lo último de los Coen.


MEJOR PELÍCULA "EXTRANJERA"


Y digo "extranjera" porque en esta ocasión viene a significar mejor película no americana (con una excepción, que se verá mañana): creo que este año en el que ha arrasado el cine made in USA. Esperemos que esto cambie un poco en 2009. La Ola se convirtió en un entretenimiento de primer orden mientras 4 meses, 3 semanas y 2 días por fín llegó a España después de arrasar en Europa. Sin embargo, son tres óperas primas las que se han convertido en mis predilectas. Escondidos en Brujas me encantó y divirtió como pocas películas este año a pesar de mi habitual tirria hacia Colin Farrell y Hace mucho que te quiero supo rescatar, con una bella historia, a la maravillosa protagonista de El paciente inglés. El premio va para la muy especial No me pidas que te bese porque te besaré, ignoradísima en los Goya, pero adorada por mí.

Otras candidatas como mejor película "extranjera" fueron la brillante comedia dramática Caramel, el thriller Sólo quiero caminar (mejor dirigida que escrita) o La escafrandra y la mariposa, bonita a la vez que escalofriante.

Y esto es todo por hoy, mañana acabaré el repaso a lo mejor del año con las categorías fuertes. ¿Y tu qué piensas de este 2008?

29 diciembre 2008

Cinco razones por la que no debes ver Crepúsculo

Crepúsculo está siendo, sin lugar a dudas el éxito sorpresa de las peores navidades, cinematográficamente habando que ser recuredan. Dirigida por Catherine Hardwicke (a la que han largado de la realización de la secuela, Luna nueva), la adaptación de la novela homónima de Stephanie Meyer lleva casi 300 millones de dólares de recaudación (convirtiéndose, ni más ni menos, que en la octava película más taquilera del año en Estados Unidos) con un presupuesto de 35 millones. Así que no hay más que hacer cuentas y entender por qué productores y estudio están corriendo para que la segunda parte de la película llegue en noviembre de 2009, antes de que los adolescentes se den cuenta de lo mala que es. A continuación doy diez razones por las que no debeis seguir mi camino y ver una película tan aséptica como ésta.

1. Durante las dos horas de película, no te cuentan absolutamente nada. Durante dos minutos, la película se compone de miraditas de amor entre Edward y Bella y de frustantes quejidos en plan "que duro es ser vampiro", "por tí moriría ahora mismo". Hasta que, en el minuto 90, aparece el malo...

2. Estamos ante el malo más lamentable visto recientemente en pantalla. Además de que es obvio de que aparece por el mero hecho de que algo tiene que pasar antes de que el público mayor de 16 años entre en coma profundo, ni es malo ni da miedo ni nada por el estilo. Si es tan feroz como le pintan, ¿como es tan sumamente fácil que acaben con él? Recuerda un poco al también lamentable (pero, obviamente, no tanto) clímax de la primera temporada de Héroes.

3. Crepúsculo es cutre, como pocas. Inolvidable el terrible (y blanquísimo) maquillaje de los vampiros: no se para que utilizan cremas si, total, para el resultado que tiene por ejemplo el brazo, acababan antes con un par de brochazos con Titanlux blanco. Aún más memorable es la escena en la que Edward no quiere que Bella vea como se "convierte en un monstruo cuando le da la luz del día" (esto lo dice él, no yo) pero ella insiste y nosotros acabamos viendo una de las escenas más risibles, no ya de la película, sino del año: Edward bañado en purpurina dorada: y si no es eso, lo parece. Mi concepto monstruoso es diferente. Parece que estén pidiendo a gritos una reseña en la siempre estimable web Cinecutre.

4. Crepúsculo es barata y se nota. No pido unas escenas de acción espectaculares porque tampoco considero que sean necesarias, sino "un poco de marcha". Que las escenas más espectaculares sean las escapadas románticas por los árboles de los tortolitos (pasajes que, por lo visto, ni siquiera aparecen en el libro) canta un poco. Ignoraré esa emulación de quidditch que es el beisbol vampírico porque me puede. Espero que vista la millonada recaudada, la segunda película (que será dirigido por Chris Weitz, responsable de Un niño grande y La brujula dorada) tenga un presupuesto mayor.

5. El reparto tiene menos carisma que Mark Hamill fuera del universo Star Wars. Robert Patterson (el Cedric Diggory de Harry Potter) y Kristen Stewart (muy correcta en La habitación del pánico y Hacia rutas salvajes, un tanto atolondrada aquí) son lo único salvable de un triste reparto, en el que la intérprete de más nombre es Elizabeth Reaser, conocida mundialmente por un papel episódico en Anatomía de Grey. Encima sólo sale dos escenas pero lo peor de todo acaba siendo que Crepúsculo no tiene secundarios, son meros espectadores de una trama que se centra y confía demasiado en la relativa efectividad de la historia de amor entre una adolescente y un vampiro.

Podría seguir y seguir diciendo por qué no me gustó la película (aunque debo reconocerla que, paradójicamente, me entretuvo a pesar de sí misma) pero lo peor de todo es que para una generación de adolescentes / niños, la película del año sea Crepúsculo porque Wall·E "es una mierda, porque no hablan nada y es un coñazo", tal y como me contó mi prima de doce años, dejándome con cara de tonto y saber muy bien qué decir. En fin, que Crepúsculo no es lo peor que me he pasado en la vida, pero simplemente no merece la pena.

 
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