Amor en La Casa del Lago

Quedan pocos, por no decir ningún, tema que las películas románticas no hayan tratado, ya no hay prácticamente ninguna forma de innovar, ya que, al final todas acaban cayendo en lo mismo.
A pesar de esto, la casa del lago, dirigida por Alejandro Agresti, resulta uno de esos dramas románticos (aunque realmente no es un drama, ni tampoco una comedia) a la vez tradicional pero a la vez diferente.

Desde el principio se nos plantean dos historias diferentes, un arquitecto (Keanu Reeves) y una doctora (Sandra Bullock) que viven en dos tiempos distintos, aunque solo con 2 años de diferencia. Esto le otorga a la historia un toque fantástico que al principio resulta desconcertante para el espectador hasta que los diferentes sucesos se van hilando por si solos.

Si bien al principio tiene mucha importancia el hecho de que se están comunicando a través del tiempo dando pistas de conexiones entre ambos lugares y años, al final se va dejando de lado esto, dando lugar a incoherencias de planteamiento, pero es lo que la historia pretende, no trata de que todo quede perfectamente encajado, sino de contar una historia sobre dos personas con vidas difíciles, que se encuentran solas en un lago de problemas, donde su conexión es una pequeña casa a la orilla, cuyas paredes son de cristal transparente y que, a la vez, les conecta y les separa con el resto del mundo.

La historia es bastante común pero está mostrada de una forma diferente ya que, la distancia en el tiempo (no en el espacio) hace que sus “encuentros” sean especiales. También, y como se dice en la propia historia, trata de la espera. De la espera de unirse en el tiempo, de la espera de él (que es quien está en el pasado), hasta llegar al cuando donde ella se encuentra. La angustia de ella de pensar si él esperará todo ese tiempo por ella.

Lo mejor: La química entre los dos personajes (ya vista antes en Speed). Que no cae en el sentimentalismo extremo que cabría esperar en un film de este estilo. La casa del Lago, un lugar idílico con muchos significados en la historia.

Lo peor: La angustia que se siente al final de la película. Es una de las pocas veces en las que no es tan previsible como se espera el final. Que no tenga algún toque más de humor.

La secuencia: El paseo por chicago. El baile "en el pasado" (foto)

Una historia preciosa que conmoverá a cualquiera. La mejor desde El diario de Noah.

Trailer aquí. Póster aquí. Más información en la ficha del iMDB

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