No voy a negar que tenía ganas de ver He's not that into you, el nuevo título de Ken Kwapis, director y productor de varios episodios de The Office y de la considerablemente divertida Licence to Wed (hasta que el cura nos separe). Ya hablé de ella como una de mis películas esperadas y es que últimamente escasean las películas dignas de la columna choni (no, cosas tipo “Una pareja de tres” no cuentan).Los primeros minutos de la película hacen gala de lo que promete: una comedia romántica que quiere poner los tópicos de las relaciones sobre la mesa y reirse de ellos. . Nada más lejos de la realidad. He’s just not that into you acaba siendo de lo más convencional que uno puede echarse a la cara. La protagonista es un insulto al género femenino, la típica obsesionada con conocer a chicos, la típica triste que se queda en su piso mirando al teléfono esperando a que su última cita la llame y la típica que analiza cada mínima frase o gesto de los hombres con los que se relaciona.
Además de ella, tenemos al matrimonio infeliz con infidelidad a juego, el tópico de los maridos viendo el fútbol mientras beben cerveza, la que se dedica a conocer a gente por Internet, la amante bohemia y lanzada y, no podían faltar, los amigos gays graciosillos. Esto no me molestaría si se hubieran creado para mofarse de esos tópicos, cosa que no es cierta. Contra todo pronóstico, ya que era la historia que menos me llamaba la atención, la mejor trama de la película es la protagonizada Beth (Jennifer Aniston) y Neil (Ben Affleck), una pareja que llevan 7 años juntos pero que aún no se han casado. Con muy pocas secuencias, Kwapis expresa a la perfección lo absurdo que resulta obsesionarse con el matrimonio y el momento más emotivo del film es cuando Beth se da cuenta de que su novio se preocupa más por ella, la quiere más y está más dispuesto a estar el resto de su vida con ella que otros que se han casado con sus parejas. Esto se expresa incluso antes sólo con la mirada de Ben (Bradley Cooper) cuando habla con Neil a cerca del matrimonio y tras decirle que todos los hombres no quieren casarse ya sólo por la idea de no poder estar con otras mujeres, Neil le contesta rotunda pero naturalmente: Yo sólo quiero estar con Beth.
Salvo esa historia, lo demás parece un frívolo episodio de Sexo en Nueva York con un puñado de treintañeras histéricas que piensan y actúan como hemos visto mil veces en estas películas derivadas de “las mujeres son de Marte y los hombres de Venus”. Los hombres también son un cúmulo de tópicos mujeriegos para los que las mujeres son algo de usar y tirar y no son capaces de aguantar su virilidad dentro del pantalón. Estoy exagerando un poco y soy consciente de ello, pero esperaba mucho más de este título y ni me ha dado la originalidad o la visión que me esperaba ni siquiera me ha entretenido demasiado. Va a su ritmo, lo que no sería malo si lo que pasa tuviese más interés.
Lo mejor: La historia de Jennifer Aniston y Ben Affleck (con la manía que le tengo). Con diferencia.
Lo peor: Que prometía mucho y empieza bien pero no ha sabido desarrollar la idea por el camino correcto.
He’s just not that into you, cuyo título provisional español es, y no podría ser de otra manera…, ¿Qué les pasa a los hombres? probablemente gustará a los que disfruten de las películas del género. Ni es mala, ni es aburrida pero tampoco es imprescindible y decepcionará si se tienen las expectativas altas como en mi caso. No tiene fecha de estreno prevista en España, por cierto.

30 abril 2009
Adri
Hola compañeros pagafantas. Todos saben que el mundo se colapsaría de no ser por nuestra aportación al mundo de la pareja. Cualquier queja, lloro o necesidad de cariño es inmediatamente respondida por nuestra parte a la vez que dejamos que esa chica que tanto nos guste esté accesible para el resto de hombres que no tiene la bendición de ser como nosotros. Pobrecitos, algo había que dejar para ellos. Sin embargo hoy no estoy aquí de mi maravillosa (no) relación con la mujer de mis sueños, sino para informaros de la existencia que al final reconoce nuestra imprescindible aportación al universo de las relaciones de pareja, ese que quizá conozcamos en una próxima vida y, claro está, el título no puede ser más atinado: Pagafantas.





"El sexo vende" es una de las máximas básicas de la publicidad. Y de la vida en general. Mítica es la historia que cuenta cómo miles y miles de españoles cruzaban la frontera española para ir a Francia a ver 











































