Si la cosa funciona, otra vuelta de tuerca al universo Allen

Woody Allen regresa en su ya obligada cita anual con Si la cosa funciona, con la particularidad de que el cineasta vuelve a Nueva York después de cuatro aventuras europeas (cuya mejor experiencia fue la más que notable innovación - para el cine de Allen - de Match Point y el excelente trabajo de Penélope Cruz en VCB... todo lo demás es bastane olvidable).

En Si la cosa funciona, Boris Yellnikoff (interpretado por el televisivo Larry David), un hombre que se considera demasiado inteligente para el resto de personas que viven este planeta y que, tras un fallido intento de suicidio, se retira a su casa en un viejo apartamento neoyorquino hasta que le sorprende la llegada de una joven - y bastante estúpida - sureña (la ascendente Evan Rachel Wood) que le cambiará la vida. Yellnikoff repite, uno a uno, todos los tópicos de los personajes nacidos tradicionalmente a la sombra del genial director y escritor neoyorquino, osea: es un snob, inteligente, hipocondríaco,... y un largo etcétera que cualquier aficionado al cine que haya visto un par de películas de Allen reconocerá al instante.

Un servidor sigue sin tener muy claro por qué Woody Allen renunció a interpretar el papel protagonista cuando tiene todo lo que requiere. No es que David haga un mal trabajo, que para nada, pero seguramente la película habría funcionado un poco mejor con él. A favor de la película están los trabajos de Wood y, sobre todo, Patricia Clarkson, una de las eternas secundarias de Hollywood que siempre encuentra el modo de estar estupenda. La trama que ella protagoniza, con una madre que va a Manhattan a rescatar a su hija para encontrarse con una vida completamente nueva, es de lo más logrado de la cinta.

¿Es una buena película? Pues sí... y no. No ofrece nada nuevo (y esto ya empieza a ser una constante, no tan positiva, en el cine de Allen) pero, para qué negarlo, el estilo y particular toque del cineasta sigue funcionando, aunque película a película vaya perdiendo parte de su fuerza, hasta el punto de que da la impresión de que este hombre no volverá a hacer una gran película.

Veremos en su nuevo proyecto - que, dada su velocidad, ya está rodado - si el director decide ir de nuevo un paso más allá y arriesgarse por hacer algo nuevo. La película, rodada de nuevo en Londres, reunirá un casting excepcional: Naomi Watts, Anthony Hopkins, Josh Brolin Antonio Banderas y Freida Pinto, revelada la pasada temporada con su Slumdog Millionaire. Pese a todos los peros de las películas de Allen, sus proyectos me seguirán hasta el momento en que, lamentablemente, la luz de uno de los grandes genios del cine se apague.

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