La adaptación cinematográfica es un mundo peliagudo. Aquello que conviertes en una película generalmente tiene una legión de seguidores que van a ser poco permisivos con tu visión de la obra. Los Hombres que no amaban a las mujeres, primer libro de una saga que ha vendido millones de copias, tiene cantidad de seguidores por el mundo. Este thriller de Stieg Larsson no sólo es un libro condenadamente entretenido sino que es uno de esos pocos bestsellers que de verdad tienen algo especial, que va más allá del simple entretenimiento y realmente se merece el éxito del que está disfrutando.
Es por esto que la adaptación era complicada. Siempre es complicada. Unos personajes muy bien definidos en la novela eran difíciles de reflejar completos en el film y aunque, efectivamente, hay detalles o historias que quedan fuera Niels Arden Oplev, Nikolaj Arcel y Rasmus Heisterberg, director y guionistas respectivamente, han hecho un gran trabajo.
Muchas veces no se comprende que el lenguaje cinematográfico no puede reflejar el nivel de información que ofrece una novela pero sí se pueden recurrir a trucos para solventarlo. El film se centra en el caso principal de la novela: la desaparición (y probable asesinato) de Harriet Vanger.
Conocemos a un Mikael Blomkvist algo diferente, poco perfilado al comienzo del film pero que desvela su verdadera identidad cuando se encuentra en una relación extraña con la aún más extraña Lisbeth Salander. Ella, el centro de la historia, lo mejor de la saga, es probablemente lo que mejor han sabido reflejar. su complejidad, su existencia tormentosa, su inteligencia y tenacidad. Una historia con tantos personajes e historias (y páginas) es imposible de adaptar completa pero .... ha sido capaz de reflejar lo esencial de esos elementos con pequeñas pinceladas y siempre reforzado por la labor de una extraordinaria dirección y un acertado montaje.
Y ¿A dónde lleva todo esto? A una buena película. Ya no hablo de ella como adaptación sino como obra independiente. Y ese es el objetivo primordial de una adaptación: surgir también como algo con identidad propia. La historia presenta alguna información que se desvela en el segundo libro de la saga pero que redondea la película como elemento en sí mismo, para que aquel que no ha leido el libro comprenda mejor a los personajes. Aquí no ocurre eso del "es que si no te has leido el libro, no te vas a enterar" "Sólo gusta a los que han leido la novela". No. Aunque el exceso de metraje (probablemente necesario) en una película de un ritmo como ésta seguramente le haga daño en su consideración final, el film es para todos los públicos. Es entretenida, interesante, la historia se desarrolla de una forma muy inteligente (saltándose pasos más o menos prescindibles de la novela) y, sobretodo, se apoya en unos personajes protagonistas muy bien conseguidos.
Lo mejor: Lisbeth Salander, interpretada por una espléndida y carismática Noomi Rapace. Que el film no queda a la sombra de la novela de Larsson.
Lo peor: El tramo final, tras el clímax de resolución del caso, dura demasiado y eso afectará a aquellos que no hayan leído el libro. Al fin y al cabo, ¿quién imaginaría que tras saber quién es "el malo" aún quedaría media hora de película?.
Los hombres que no amaban a las mujeres es una historia para estar en tensión, para reír, para admirar, para sentir asco y rechazo, para odiar y para amar. Y la versión cinematográfica refleja todo eso sin ninguna duda.