
A estas alturas, Jason Reitman ha demostrado que tiene un estilo muy característico de contar todo aquello que aborda y definitivamente lo he incluido entre mis directores a tener en cuenta.Esta intensa crítica pone el dedo en la yaga en ese mundo de la falsa moralidad impecable que muchos nos quieren vender y hace una caricatura de todos aquellos a los que coloca en su film: senadores y congresistas, portavoces de lobbys como el alcohol o las armas, jefazos del cotarro, productores de Hollywood... hasta el hombre que fue el vaquero de Malboro en sus tiempos mozos.El guión no se anda con chiquitas y coloca a todos ellos en sus extremos más absolutos soltando argumentos de lo más desternillantemente escandalosos. El que se salva es Nick, interpretado...