Rosario y Milagros son amigas y son barrenderas. También son jóvenes y no tienen ni novio, ni coche, ni amigos, ni futuro, a pesar de lo cual luchan, se pelean, se divierten, se quejan e incluso ligan... Hasta que un día, un encuentro inesperado dará un vuelco a su vida del modo más sorprendente.
Rosario y Milagros son las heroínas, sin antifaces ni momias de por medio, de Una palabra tuya, la segunda película como directora de Angeles González Sinde, presidenta de la Academia de Cine y aclamada guionista. Tras ganar un Goya a la dirección novel por La suerte dormida, escogió esta novela de Elvira Lindo. Para interpretar a las protagonistas, González Sinde ha escogido a Malena Alterio y Esperanza Pedreño, la Cañizares de Cámera Café. Ambas se enfrentan a un gran reto: mientras la primera se enfrenta a su primer protaginsta en cine, es la primera película para Pedreño. Completando el trío protagonista nos encontramos con un Antonio de la Torre que no para de trabajar (aquí ya nos morimos por ver el Gordos de Daniel Sánchez Arévalo).
Una palabra tuya, que llega a los cines el próximo viernes, es el primer estreno de la temporada fuerte del cine español. Ya era hora. Además, ignorando Los crímienes de Oxford, es la primera película española que veo en cines este año. Al estar fuera de España desde febrero a junio me perdí películas como 8 citas, Elegy o Cobardes, asignaturas pendientes que saldaré en cuanto salgan en DVD, Volviendo al tema, que me voy por Peteneras, con Una palabra tuya nos encontramos una cinta notable, que conquista al espectador y que le hace reflexionar sobre lo que acaba de ver en pantalla. La obra es profunda y abarca muchos temas, todos ellos interesantes pero yo me quedo sin duda con el tratamiento de la soledad que hace Lindo y, en el guión, González Sinde. El cómo presenta los conflictos a través del enfrentamiento de dos personajes tan opuestos como compatibles, enriquece mucho la historia. El marcado - y obvio, por otra parte - tono literario de la historia no hace si no beneficiar a la historia.
No estamos ante uno de esos casos, habituuales en adaptaciones literararias, en los que los diálogos y las situaciones son tan artificiales que acaban perjudicando la verosimilitud de la histortia. En la presentación de la película, la autora explicaba el por qué de la elección del reparto: los actores rezuman verdad por todas partes. Sin importar el quizás excesivo giro de los acontecimientos, te crees los personajes, especialmente el de Alterio, con el que es fácil identificarse a pesar de que, por momentos, puede parecer antipática. El caso de Esperanza Pedreño es otro cantar. Milagros es uno de esos personajes que a mí me gusta llamar borderline: son especiales, se alejan de los clásicos estereotipos y que, a priori no peguen en la historia, les convierte en un caramelo que puede estar envenado. Afortunadamente, Pedreño está estupenda. Desde ya la veo como una candidata muy probable al Goya a la mejor actriz revelación. Antonio de la Torre cumple, aunque aquí no tiene un papel en el que pueda brillar (como sí tenía, por ejemplo, en Azuloscurocasinegro). Está bien en su papel de "Morsa" (y no lo digo por su aspecto en Gordos, sino porque así llaman a su personaje en la película) aunque el papel de este en la historia no es otro que completar el de Rosario.
Lo mejor: Malena Alterio y Esperanza Pedreño están excelentes. No tenían una papeleta fácil por delante pero aprovechan cada escena al máximo. El guión es brillante.
Lo peor: Esta película no reconciliará a los críticos del cine español, al que acusan, entre otras cosas, de sólo hacer dramas sociales (este no lo es). Ellos se lo pierden.
Lo peor: Esta película no reconciliará a los críticos del cine español, al que acusan, entre otras cosas, de sólo hacer dramas sociales (este no lo es). Ellos se lo pierden.
La frase: La distancia que interpones entre tú y el mundo se llama arrogancia, la dice Milagros en la excelente escena de la primera discusión entre las protagonistas.
¿Sabías qué... Malena Alterio estaba "emperrada" en hacer el papel de Pedreño? Sin embargo, hizo la prueba para ser Rosario y conquistó a la directora, pero ella no estaba convencida. Semanas después aceptó.
No voy a ser hipócrita y criticar el cine comercial (un adjetivo que no es negativo en absoluto, para mí al menos) y los blockbuster en este o cualquier otro post. Nunca lo haría teniendo en cuenta nuestra columna de críticas del 2008 (algo que cambiará en otoño con la llegda del cine de "qualité" del año). No obstante, espero y deseo que Una palabra tuya pueda encontrar su sitio en la cartelera. No estamos ante una obra maestra ni mucho menos pero no merece pasar desapercibida. Yo tengo fé en las posibilidades de la película y en Tesela, que en los últimos años han estrenado con exíto películas pequeñas como El bola, 7 vírgenes o la citada Azul... Darle una oportunidad.
1 comentaron:
Hoy mismo he visto Los giraoles ciegos y Una palabra tuya, sesión doble! Me han gustado mucho las dos.
Lo que más me ha gustado de Una palabra tuya ha sido las interpretaciones, Malena Alterio me ha conquistado y su personaje también, Milagros no tanto... quizás porque me ha costado sobremanera entender un personaje como el suyo, ¿esta chica está loca o qué? Las escenas de los sueños del pasado de Malena buahhhh! Qué pasada!
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