
El niño del pijama de rayas. Empezaré diciendo que soy de ese (cada vez más reducido) grupo de personas que no se ha leído el susodicho libro (John Boyne, 2007). Que conste que no ha sido por pereza, sino más bien porque de alguna manera quería llegar “virgen” a la película. Nunca he considerado que un libro y sus reproducciones cinematográficas deban ser copias exactas, creo en la libertad y creatividad de directores, guionistas y productores, además está claro que no es lo mismo imaginarse un mundo como el de Narnia que recrearlo en celuloide. Bueno después de avisar al lector que lea esta crítica de que en ella sólo encontrará un análisis única y exclusivamente del film, me pongo manos a la obra.Para empezar, lo cierto es que el título...