De costa a costa con Bolt

No creo que me equivoque al afirmar que Tarzan, estrenada en 1999, es el último clásico de Disney y es que, de un tiempo a esta parte, parece que no son capaces de recuperar su vieja gloria. En parte por la evolución de la animación, en parte por ir a la sombra de las grandes películas de Pixar y en parte por la falta de ideas.

Bolt llega en un momento en el que las espectativas estan bajas pero a la vez seguimos confiando que Disney nos ofrezca una película como las de antaño. La aventura de este perro tan intrépido ni llega a las espectativas ni decepciona.

Con un esquema del viaje del héroe clásico, Bolt nos enseña que creer en uno mismo vale lo mismo que tener superpoderes de una forma amena y entretenida. Dirigida a un público más infantil del que cabría esperar, Bolt no pretende meterse a los espectadores adultos en el bolsillo, una práctica muy común en la animación de estos días, sino que conecta con los más pequeños mientras ofrece detalles o humor medianamente divertido para los mayores.

Aunque predecible, la película no pierde ritmo en ningún momento y se detiene el tiempo necesario en cada una de las etapas de la evolución de Bolt.

El pero más importante del film son unos secundarios bien elegidos pero mal aprovechados. Tanto el hamster con su bola como la gata sarcástica daban para mucho más y no se consigue esa química de trío humorístico como sí consiguió Dreamworks con Shrek, Asno y, algo menos, Gato con Botas.

Lo mejor: La histeria con que el poliespán es la criptonita de Bolt.
Lo peor: Que le ha faltado un trecho por recorrer para ser original.
¿Porqué parece estar de moda ese tipo de personaje cómico esporádico en las peliculas de animación como las palomas de Bolt?

En definitiva, Bolt es entretenida y da al espectador lo que espera. Una película perfecta para ir a ver en familia ahora que estamos en navidades.

Posted in: Críticas,Críticas 2009